La película se centra en la problemática de las clases más desfavorecidas durante la época de la depresión norteamericana. Se muestra lo que arrastró la crisis económica consigo: el cierre de empresas, la falta de trabajo, el aumento de los guetos de marginados, la delincuencia, las diferencias sociales, las malas condiciones laborales y la despreocupación política. Charlot interpreta a un obrero que trabaja en una cadena de montaje y su trabajo le lleva a la locura, consecuentemente es encerrado en un manicomio, al tiempo sale a la calle y lo encierran varias veces en la cárcel. Tras una serie confusiones, peripecias, encuentros y malos momentos siempre hay esperanza para llegar a una vida mejor.